[vc_row][vc_column][vc_column_text]Santa Cruz de Tenerife, 01 de agosto de 2018
La Universidad de Washington ha determinado cuál es el primer signo de que una persona sufre esta enfermedad mortal, y está relacionada con el hipocampo
Según datos de Alzheimer Disease International publicados el año pasado, 47 millones de personas viven con demencia en todo el mundo y se prevé que esta cifra aumente a más de 131 millones en 2050. Por su parte, la asociación Alzheimer Europe estimaba el número de personas con demencia en España en 2012 en 818.347 y solo en Tenerife, que hacemos referencia por la ubicación de nuestro centro neurológico esta enfermedad neurodegenerativa afecta según datos recogidos del año 2016 a casi 10.000 personas (7% de la población mayor de 65 años y el 50% de los mayores de 80 años).
El alzhéimer es una dolencia que está entre las diez principales causas de muerte en España siendo la forma más común de demencia y, por el momento, es incurable.
Las investigaciones al respecto no cesan. Hoy hacemos referencia a un estudio de la Universidad de Washington en San Louis, que ha determinado cuál es el primer signo de que una persona sufre esta enfermedad mortal. Esta señal surge antes de la pérdida de memoria, y mucho antes que cualquier diagnóstico clínico de la enfermedad, de acuerdo con el estudio, publicado en el ‘Journal of Alzheimer’s Disease’.
Los investigadores pidieron a los participantes del estudio que usaran patrones y puntos de referencia para recorrer una determinada ruta a través de un laberinto, en un ordenador. A los participantes se les dividió en tres grupos: pacientes con alzhéimer en etapa inicial, personas no diagnosticadas con señales iniciales de la enfermedad (considerado «alzheimer preclínico») y un grupo de control de personas clínicamente normales.
Los participantes en este estudio se separaron en tres grupos en base a una prueba del cerebro y los fluidos espinales que pueden detectar biomarcadores que se muestran para predecir el desarrollo futuro de las placas relacionadas con el alzheimer en el cerebro. Se considera que las personas que son clínicamente normales con estos marcadores tienen enfermedad de Alzheimer preclínica.
El estudio mostró que las personas con alzheimer preclínico tenían más dificultades para conocer la ubicación de los objetos.
«Estos hallazgos sugieren que las dificultades para encontrar determinados caminos que experimentan las personas con enfermedad de Alzheimer preclínica están, en parte, relacionadas con los problemas para adquirir la información del entorno», asegura la autora principal de la investigación, Denise Head, profesora asociada de ciencias psicológicas y del cerebro.
Aunque Head advirtió de que el estudio tiene limitaciones, explicó que las tareas de navegación que evalúan la estrategia de mapeo cognitivo «podrían representar una poderosa herramienta para detectar los primeros cambios en la cognición relacionados con la enfermedad de Alzheimer«.
Todo ello se asocia con el hipocampo, relacionado con el almacenamiento de memoria a largo plazo, el reconocimiento de nuevos entornos y la creación de mapas cognitivos, y que está dañado en pacientes con alzheimer.
«Nuestras observaciones sugieren que la enfermedad de Alzheimer preclínica se caracteriza por atrofia del hipocampo y dificultades asociadas con el mapeo cognitivo, particularmente durante la fase de aprendizaje», dijo una de las autoras, Samantha Allison, estudiante de doctorado de psicología en la Universidad de Washington. «A medida que la enfermedad avanza, los déficits de mapeo cognitivo empeoran, el caudado se involucra y surgen problemas de aprendizaje de ruta».
Si bien estos déficits están bien documentados en pacientes con enfermedad de Alzheimer en etapa inicial, no han sido bien estudiados en pacientes aparentemente normales que pueden estar progresando hacia etapas iniciales de la enfermedad.
En este estudio, los investigadores utilizaron un experimento virtual para examinar si se podían detectar problemas específicos con el aprendizaje de rutas y la creación de mapas cognitivos en el alzhéimer preclínico. El diseño del experimento juega con el hecho de que los humanos generalmente usando dos formas distintas de representación espacial y navegación.
Con la navegación egocéntrica, las personas confían en los conocimientos del pasado para seguir rutas ya transitadas, moviéndose secuencialmente de un punto a otro hasta llegar a su destino. En la navegación alocéntrica, las personas se familiarizan con su entorno general y crean un mapa mental de los puntos de referencia existentes, lo que les permite trazar las mejores rutas disponibles y encontrar accesos directos a los nuevos destinos.
Este estudio incluyó 42 individuos clínicamente normales que carecían de los marcadores del líquido cefalorraquídeo para desarrollar la enfermedad, 13 personas clínicamente normales que dieron positivo en estos marcadores y, por lo tanto, tenían alzhéimer preclínico, y 16 individuos con síntomas conductuales documentados de alzhéimer en estadio temprano.
Los 71 participantes del estudio pasaron cerca de dos horas en un ordenador de escritorio, que probaba la capacidad de estos para navegar en un laberinto virtual que constaba de una serie de pasillos interconectados. Los participantes fueron evaluados en dos habilidades de navegación: cómo podían aprender y seguir una ruta preestablecida y cómo podían formar y usar un mapa cognitivo del entorno. A los participantes se les dio 20 minutos para aprender una ruta específica o estudiar y explorar el laberinto, usando marcadores. Posteriormente, se evaluó su capacidad para recrear la ruta o encontrar su camino a lugares específicos del entorno.
En comparación con los participantes del estudio cognitivamente normales que carecían de marcadores de líquido cefalorraquídeo de alzheimer, aquellos con la enfermedad en estado preclínico puntuaron menos en su capacidad para conocer la ubicación de los objetos en el entorno.
Si bien estos resultados sugieren déficits en la capacidad de formar un mapa cognitivo, los participantes preclínicos de la enfermedad de Alzheimer finalmente lograron superar estos déficits de aprendizaje de mapas, realizando casi tan bien como los participantes cognitivamente normales una tarea de orientación posterior.
«Estos hallazgos sugieren que las dificultades de orientación que experimentan las personas con enfermedad de Alzheimer preclínica están en parte relacionadas con los problemas para adquirir la información ambiental«, dijo Head. «Si bien pueden requerir capacitación adicional para aprender nuevos entornos, la buena noticia es que parecen conservar suficiente información para usar un mapa cognitivo casi tan bien como sus equivalentes cognitivamente normales».
Fuente: El Confidencial
Para cualquier duda, consulta o si desea ampliar información sobre la enfermedad de Alzheimer u otras demencias, puede ponerse en contacto con el servicio de Neurologia de Centro Neurológico Antonio Alayón (Santa Cruz de Tenerife – Tenerife).
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Centro Neurológico Antonio Alayón, Santa Cruz de Tenerife.
Neurología.
Alzheimer.
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