Uno de los aspectos del cuidado que más se asocia con el estrés del cuidador son los síntomas conductuales y psicológicos que asiduamente acompañan a las demencias.
Los síntomas conductuales que provoca el Alzheimer generan una gran ansiedad en el cuidador
La repetición de preguntas o conductas, la agresividad, la agitación, la tristeza, el vagabundeo o las alucinaciones, generan en el cuidador impotencia y un gran desgaste.
La forma en la que uno hable a las personas mayores con demencia puede influir en que se produzcan comportamientos problemáticos como mayor resistencia al cuidado u hostilidad.
Las personas con demencia tienen menor capacidad para gestionar el estrés según avanza la enfermedad y esto hace que se produzcan respuestas disfuncionales. Además del avance de la enfermedad, los estresores (estímulos, condiciones o situaciones que generan estrés) pueden ser de muchos tipos, incluyéndose el cambio de rutinas o de cuidador, factores ambientales, la fatiga, o hasta incluso, el momento del día.
Para evitar que se produzcan respuestas disfuncionales como la agitación, la tristeza o la agresividad, es importante trabajar con el cuidador para que aprenda a identificar aquellas situaciones que preceden a los comportamientos problemáticos y así poder intervenir.
¿Cuáles son las situaciones conductuales negativas más frecuentes en el enfermo?
El cuidador debe tener muy presente que las reacciones o conductas no agradables de la persona dependiente no vienen motivadas por la relación que mantiene con esa persona, sino que son la consecuencia de la propia enfermedad.
Dentro de las situaciones conductuales negativas más frecuentes encontramos:
- Agresividad
- Agitación
- Insomnio
- Vagabundeo
- Acusaciones injustas
- Deshinbición
- Alucinaciones
- Comportamientos ruidosos
- Demandas desmedidas
- Ansiedad
- Depresión
Iremos trabajando en los distintos artículos, algunas de estas situaciones conductuales negativas. Nos centramos hoy en el manejo de la ansiedad, pero tener presente que no existen fórmulas mágicas y que ante cualquier conducta extraña o difícil de controlar, es muy recomendable solicitar ayuda de un profesional.
Taquicardias, temblor, sensación de miedo, preocupación, pánico, son algunas de las consecuencias de las personas dependientes que, por su estado, pueden sentirse más nerviosas de lo normal. La sensación de falta de control hace que el enfermo entre en un estado de alarma que puede incapacitarlo aún más.
Proponemos las siguientes recomendaciones, para el manejo de la ansiedad en el paciente de Alzheimer:
- Comprobar si los horarios y el descanso son adecuados en cuanto al número de horas que duerme. Si no lo fuesen, habría que regularlos.
- Averiguar si existe alguna razón para que esté más nervioso.
- Realizar ejercicios relajantes, incluido escuchar música
- Llamarle por su nombre, para personalizar. Buscar el contacto visual.
- Intentar tranquilizarle verbalmente con ayuda de contacto físico, amable
(manos). - Cambio de ambiente, andamos con él, manteniendo el contacto físico dándole seguridad y tranquilidad mientras desviamos la atención a otra cosa.
- Intentar reducir la estimulación excesiva.
- Que no tome bebidas excitantes (café) ni estimulantes ni alcohol.
- Analizar por qué ocurre y hacer modificaciones para que no vuelva a ocurrir.
Para cualquier duda, consulta o si desea ampliar información sobre el manejo de síntomas conductuales o psicológicos de la enfermedad de Alzheimer, puede ponerse en contacto el servicio de Neuropsicología de Centro Neurológico Antonio Alayón.
Si eres cuidador de un enfermo de Alzheimer y necesitas ayuda ante las distintas problemáticas y dudas que aparecen en en el curso de esta enfermedad, haz clic aquí: Consultoría personalizada para cuidadores
Si quieres recibir gratuitamente todas las semanas consejos, formación y ayuda al cuidador, regístrate aquí en el siguiente enlace: https://centro.antonioalayon.com/newsletter
Neuropsicología.
Centro Neurológico Antonio Alayón, Santa Cruz de Tenerife – Tenerife).