En artículos anteriores hablamos de la articulación Temporo-mandibular, de su importancia y de algunas de las patologías más frecuentes de la misma. Hoy abordamos una de ellas, el bruxismo.
El bruxismo es posiblemente la condición anormal más frecuente dentro de la articulación Temporo-mandibular. Se estima que llega a afectar al 20% de la población, y que un 45% tendrá un proceso bruxógeno en algún momento de su vida.
¿Qué es exactamente el bruxismo?
A grandes rasgos podríamos decir que es la condición por la cual se mantiene una tensión de la musculatura masticatoria de forma no voluntaria, lo que suele derivar en el conocido «rechinar» de las piezas dentales. Si bien la causa no está completamente clara, se conocen diferentes situaciones fisiopatológicas que pueden derivar en un proceso bruxógeno.
Es importante distinguir los dos principales tipos que existen, el bruxismo de vigilia y el bruxismo del sueño. Aunque generalmente asociamos el bruxismo con el estrés, es el bruxismo de vigilia el que tiene un mayor componente emocional. Sin embargo, el bruxismo del sueño suele suceder por diferentes causas tales como: apnea del sueño, permeabilidad intestinal, obesidad, el uso de ciertos fármacos, el tabaco, entre otros.
¿Cuáles son sus consecuencias?
El bruxismo ocasiona, en primera instancia, el desgaste de las piezas dentales, pero cuando el proceso bruxógeno se mantiene en el tiempo pueden aparecer diversos problemas tales como:
- Aumento de la tensión de la articulación Temporo-mandibular.
- Dolor de cabeza.
- Dolor cervical.
- Dolor oro-facial.
- Afectaciones articulares y musculares.
- Afectaciones posturales secundarias
- Etc
Debido a la cantidad de afectaciones que pueden llegar a sucederse debido a esta condición, es de vital importancia el buscar atención profesional especializada cuanto antes, a fin de evitar que se generen las consecuencias propias de un proceso bruxógeno mantenido.
Los estudios demuestran que nos encontramos ante una afectación que va en aumento de forma alarmante. El estrés, el ritmo de vida, hábitos poco saludables, alimentación inadecuada, el sedentarismo, entre otros factores, han elevado las tasas de pacientes bruxistas en las consultas médicas. Aun así, la tendencia a normalizar la afectación ha provocado que las personas con por esta condición acudan a consulta debido a las consecuencias derivadas del bruxismo, y no por el bruxismo en sí, por lo que ante un déficit en el diagnóstico se tiende a provocar una perpetuación del problema.
Tratamiento: ¿Cómo actúa la fisioterapia en el bruxismo?
A través de la fisioterapia podemos abordar el tratamiento del bruxismo a través del tratamiento tanto de la musculatura, como de los tejidos blandos y de la propia articulación temporo-mandibular, además de enseñar técnicas de relajación, la introducción de hábitos saludables, ejercicios específicos, etc. Es importante elaboración un correcto diagnóstico a fin de ver qué está provocando el proceso bruxógeno, y a través de este diagnóstico, elaborar un correcto plan de tratamiento que nos permitan controlar y tratar el bruxismo desde un punto de vista multifactorial.
En Centro Neurológico Antonio Alayón contamos con profesionales especializados en el tratamiento de la Articulación Temporo-mandibular y en el tratamiento del bruxismo. Para cualquier duda, consulta o si desea ampliar información puedes ponerte en contacto con nosotros llamando al teléfono 922 28 59 78.
Fisioterapia.