La depresión en la mujer de mediana edad tiene una alta prevalencia y es especialmente preocupante, ya que muchas mujeres siguen un curso crónico desde la adolescencia, lo que implica un sufrimiento durante décadas.

La depresión es uno de los síndromes psicológicos más frecuentes. Según la Organización Mundial de la Salud, se calcula que podría afectar a más de 300 millones de personas en todo el mundo.

La depresión en la mujer de mediana edad se tiende a invisibilizar de cara a la sociedad

En el caso de España, la OMS la sitúa como uno de los países europeos con más casos de depresión, llegando a afectar a más de 2 millones de personas.

Cabe destacar que la depresión no tiene una incidencia igual para todos los grupos de población. Hay una significativa mayor incidencia en mujeres, siendo así especialmente llamativo en el caso de España, donde hay más del doble de mujeres afectas de depresión (9.2% de la población femenina) que hombres (4% del total), según datos de la Encuesta Nacional de Salud del año 2017.

También es especialmente llamativa la prevalencia de depresión según la edad, siendo más frecuente la aparición de síntomas depresivos clínicamente significativos antes de los 30 años de edad, y después de los 55 años.

¿Por qué afecta más a mujeres que a hombres? ¿y por qué es más frecuentes en esos intervalos de edad?

No existe una razón única que pueda explicar estos fenómenos, actualmente existen varios enfoques, todos coincidentes en una explicación multicausal:

  1. Diferencias psicosociales de género, como son la brecha salarial, violencia de género, mayor tasa de desempleo femenino, rol de género tradicional de la mujer en el hogar como cuidadora, entre otros múltiples factores de género psicosocial.
  2. Factores hormonales y ciclo reproductivo de la mujer. Menarquia (primera menstruación) y adolescencia, síndrome premenstrual, menstrual y posmestrual, menopausia, etc.

Cabe tener en cuenta que existe la posibilidad de una infraestimación de la prevalencia e incidencia de la depresión en varones, dadas sus características psicosociales y la posibilidad de cursos depresivos con síntomas atípicos, que hace que la depresión en hombres no sea adecuadamente diagnosticada.

¿Y qué ocurre con las mujeres de mediana edad?

El hecho de que los datos científicos asocien la depresión más a unas edades de riesgo, hace que exista una tendencia de la comunidad médica en particular, y la sociedad en general, de invisibilizar a la mujer de mediana edad afecta de depresión.

Es especialmente preocupante dado que muchas de estas mujeres siguen un curso crónico desde la adolescencia, debiendo soportar el sufrimiento y las limitaciones que suponen un síndrome depresivo (crónico o con recaídas) a lo largo de décadas durante su vida.

¿Qué ofrece la ciencia para tratar a las personas con depresión, en particular a las mujeres?

Pese a las diferencias descritas anteriormente, los abordajes terapéuticos no varían en su esencia, en el marco de que la investigación en la depresión, históricamente, ha sido la “hermana pobre” de la psicopatología. No fue hasta los años 50 del siglo pasado donde se desarrollan los primeros medicamentos antidepresivos, así como empiezan a investigarse las primeras técnicas psicológicas específicas para tratarla.

¿Por qué tan tarde? Desgraciadamente hasta ese momento, la depresión no era apenas tenida en cuenta por la creencia de la época de que era muy poco frecuente, en proporción a trastornos más frecuentes como la ansiedad, o potencialmente más incapacitantes, como los trastornos psicóticos.

En el caso de las mujeres, los trastornos depresivos se enmarcaban dentro del grupo de trastornos ansiosos “histeria”, por lo que la descripción clínica de la depresión en la mujer tardó décadas en desarrollarse.

Existen 3 grandes enfoques terapéuticos para tratar la depresión

  1. Abordaje farmacológico: Normalmente es de primera opción, básicamente porque es el más económico en tiempo, esfuerzo y dinero para el paciente. Su principal desventaja, es que su efectividad en trastornos depresivos leves o distimia (tendencia de personalidad a la tristeza y/o melancolía) está muy discutida en la comunidad médica actualmente. Al mismo tiempo, la presencia de efectos secundarios, como cualquier fármaco, debe ser rigurosamente estudiado por el médico prescriptor.
  2. Abordaje psicológico: La terapia psicológica ha demostrado científicamente mayor efectividad en trastornos leves y distímicos, en ausencia de efectos secundarios, siendo la primera opción recomendada por todas las organizaciones médicas sanitarias. Sin embargo, el costo económico y de tiempo hace que no sea la primera opción para la gran mayoría de los pacientes.
  3. Abordajes mixtos farmacológicos y no farmacológicos (psicológico). En general, la mejor opción para tratar todo el espectro de la salud mental, sea depresivo o sea de cualquier índole.

La Estimulación Magnética Transcraneal para el abordaje de la depresión resistente o asociada a enfermedades neurológicas y trastornos psiquiátricos

Cabe destacar que en los últimos años, el desarrollo de técnicas médicas alternativas sobre las cuales cada vez existe mayor evidencia de seguridad y eficacia, como es la Estimulación Magnética Transcraneal repetitiva (EMTr o por su nombre en inglés rTMS).

La EMTr es una técnica médica no invasiva, sin efectos secundarios significativos y de aplicación ambulatoria, por lo que no requiere ingreso ni preparación previa del paciente.

Esta técnica, consiste en la aplicación de pulsos magnéticos dirigidos al cerebro, está resultando especialmente útil para el tratamiento de trastornos neurológicos y psiquiátricos, especialmente en los trastornos depresivos de larga evolución, que no han obtenido suficiente mejora con los tratamientos habituales farmacológicos y psicológicos.

En líneas generales, existe en la actualidad un abanico de posibilidades terapéuticas impensables hace apenas unos años para el tratamiento de los trastornos depresivos en general, y en particular, en aquellos grupos de pacientes, como las mujeres de mediana edad, donde por sus especiales características, no han sido adecuadamente abordadas por los sistemas de salud habituales.

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Los tratamiento, equipos y protocolos que aplicamos en el Centro Neurológico Antonio Alayón cumplen con los más altos estándares de calidad, seguridad y eficacia, aprobados por la FDA Americana (Food and Drug Administration).

Centro Neurológico Antonio Alayón, Santa Cruz de Tenerife.

Neurología.

Depresión en la mujer de mediana edad.

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