Hoy, viernes 3 de diciembre, se conmemora el Día Internacional de las Personas con Discapacidad. Según el estudio Olivenza, un 6,14% de la población española tiene algún tipo de discapacidad, pese a ello, sigue existiendo mucho estigma y poca aceptación en nuestra sociedad con respecto a este tema. Se suele hacer mucho hincapié en cuanto a la “salud física” de este colectivo, sin embargo, igual de importante es abordar la “salud mental”.

La discapacidad no es solo física sino también mental, intelectual y sensorial

La discapacidad puede entenderse como un término paraguas que aglutina diferentes formas en la que esta se manifiesta. La Clasificación Internacional del Funcionamiento de la Discapacidad y de la Salud establece que existen cinco tipos principales de discapacidad. Discapacidad física (se distingue entre funcional y orgánica), mental, intelectual y sensorial. Además, la combinación de varios tipos de discapacidad se conoce como pluridiscapacidad.

Si bien cada individuo tiene unas características e idiosincrasia propia, las personas con discapacidad conforman un colectivo asociado a estigmas y retos continuos en su vida diaria. La Salud Mental parece estar ganando una importancia y relevancia que no había tenido hasta ahora. Precisamente este colectivo es uno de los más vulnerables a la hora de sufrir algún tipo de problema de salud mental.

Los recursos y herramientas psicoterapéuticos también están enfocados a la discapacidad, cada vez más son los autores que generan nuevo conocimiento y metodologías específicas. Aspectos como la gestión emocional, el afrontamiento del duelo, o el trabajo en resiliencia tienen grandes beneficios para la salud mental de este colectivo tan amplio. Dotar de herramientas y recursos es fundamental para desarrollar una vida saludable.

La intervención en la infancia y la adolescencia

Una vez que se ha detectado algún tipo de discapacidad en la niña o el niño, la intervención temprana es uno de los pilares en los que se van a asentar futuras formas de afrontamiento e interacciones. A nivel individual algunos aspectos a tratar suelen estar vinculados a la adecuada gestión emocional, trabajo en autoestima y autoconcepto, tolerancia a la frustración o la educación sexual y afectiva, entre. También a nivel colectivo se pueden tratar aspectos como las habilidades sociales, la comunicación, la empatía…

En la adolescencia existen muchos cambios a todos los niveles, por lo que es un periodo confuso y que puede entrañar dificultades. Contar con ayuda psicoterapéutica es beneficioso para sobrellevar los problemas que pueden ocurrir en esta etapa.

La intervención en las personas adultas con discapacidad

Especialmente, el acompañamiento psicoterapéutico es de relevancia en el periodo de transición entre la adolescencia y la vida adulta, en donde surgen muchas dudas, miedos e inseguridades. Una adecuada atención es el mejor factor de prevención para evitar otros problemas de salud mental en el futuro.

En definitiva, la atención en salud mental es de vital importancia cuando así lo requiera la persona con discapacidad. El trato y la atención deben ser especialmente individualizados y adaptados a los requerimientos y necesidades del paciente.

Para cualquier duda, consulta o si desea ampliar información sobre la discapacidad mental, intelectual o sensorial,  puede ponerse en contacto con el servicio de neuropsicología de nuestro Centro.

3 de diciembre «Día Internacional de las personas con discapacidad»

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