Cuando la demencia toca la puerta de casa y entra sin pedir permiso para quedarse con nosotros, todo se trastoca. De buenas a primeras, sin esperarlo y sin tiempo prácticamente para reaccionar, tenemos que enfrentarnos tanto el enfermo como el familiar del paciente con demencia, a una enfermedad que por lo general, sabemos más bien poco por no decir nada.
¿Cambia la vida del familiar de un paciente con demencia?
Como por desgracia bien saben todas los familiares que han tenido un paciente con demencia, la respuesta es Si. Sí cambia la vida de un familiar de un paciente con demencia.
La dinámica familiar se ve frecuentemente afectada por la demencia. Su madre, padre, hermano….deja de ser la persona que era y se vuelve una persona que necesita ayuda y por lo tanto, hay que ayudar.
La demencia provoca en quien la sufre, la pérdida progresiva de todas las funciones cognitivas, como son la orientación, la memoria, la atención, el lenguaje, las funciones ejecutivas, praxias, gnosias y habilidades visoespaciales. Lo que provoca la incapacidad en el afectado para la realización de las actividades normales de la vida diaria. Convirtiéndose en una persona dependiente.
La enfermedad de alzheimer es la demencia más habitual, seguido de la demencia vascular (conocida también por la enfermedad de pequeño vaso), la demencia frontotemporal y la demencia con cuerpos de Lewy.
¿Cómo afecta esa nueva «carga»? ¿Quién desempeña los cuidados del enfermo? ¿Surgen conflictos entre los familiares?
El paciente de demencia es una persona que necesita toda la ayuda habida y por haber. Progresivamente va requiriendo cada vez más, hasta que llega un punto que demanda una atención prácticamente durante las 24 horas del día.
Esa «carga» de los cuidados es difícil de acordar en ocasiones. Existen conflictos familiares habituales acerca de quién se hace cargo del enfermo.
Hay acuerdos en los que se reparten la labor, cómo un tiempo estoy yo con «mamá o papá» otro tiempo estás tú, ponemos dinero (siempre que se pueda) para contratar a un cuidador profesional o en otros casos ingresamos a «mamá o papá» en una residencia de ancianos para que lo atiendan, o bien hacemos cargo habitualmente a la «hija» de los cuidados más importantes y diarios.
La demencia suele generar muchos roces en el seno de la familia
Para el familiar de un paciente con demencia, la llegada de la enfermedad puede generar muchos roces en el ámbito famliar, llegando en ocasiones a ser necesario tratamiento psicológico.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud «Se calcula que actualmente hay 47 millones de personas con demencia en el mundo, y se prevé que esta cifra aumentará a 75 millones de aquí a 2030. Se calcula que el número de casos de demencia prácticamente se triplicará para 2050».
Si eres familiar de un paciente con demencia y necesitas ayuda, puedes contactar con el servicio de neuropsicología de Centro Neurológico Antonio Alayón (Santa Cruz de Tenerife – Tenerife), disponemos de un servicio dirigido a ayudar de manera individualizada a la familia.
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Centro Neurológico Antonio Alayón, Santa Cruz de Tenerife.
Neuropsicología.
Familiar de un paciente con demencia.