[vc_row][vc_column][vc_column_text]Santa Cruz de Tenerife, 15 de Diciembre.
En cuanto el alzheimer comienza a avanzar, una buena parte de los pacientes descuidan ciertos aspectos peronales y olvidan hábitos alimenticios que son claves para una correcta alimentación.
A raíz de lo anterior, es fundamental que se procure llevar una dieta pertinente para un caso de Alzheimer, no sólo en lo que respecta a una nutrición básica, sino en una buena elección de los alimentos que eviten el deterioro cerebral a una alta velocidad.
Es importante en la enfermedad de Alzheimer la repercusión que tienen los problemas nutricionales y del comportamiento alimentario en el enfermo y en su familia. Cuando en diciembre de 1905 Konrad Maurer rescató de los archivos del departamento de psiquiatría de la Universidad de Frankfurt, la historia de Auguste D., pudo leer en las anotaciones realizadas por Alois Alzheimer, entre otros, el siguiente comentario: «lenta, pero progresiva pérdida de peso».La pérdida de peso se considera un síntoma importante en la enfermedad de Alzheimer.
Por otra parte, no existe en el momento actual consenso a la hora de determinar si la pérdida de peso se correlaciona con la severidad de la enfermedad. Sea corno fuere, lo cierto es que el riesgo de una mala nutrición y los problemas comportamentales relacionados con el horario de las comidas, representan un grave problema, sin duda difícil de resolver. Es evidente que llevar una buena nutrición es una condición fundamental no solamente para mantener la salud, sino también para recuperarla.
Desde Centro Neurológico Antonio Alayón (ubicado en Santa Cruz de Tenerife) el servicio de Neurología, les recomienda prestar atención a las siguientes sugerencias que les ayudará a obtener una alimentación beneficiosa para el enfermo de Alzheimer.
Alimentos ricos en proteínas.
Casi todas las funciones del organismo requieren de proteínas, teniendo en cuenta que forman parte de los músculos, neurotransmisores, enzimas digestivas, etc. En cuanto se presenta un déficit de proteínas en el cuerpo, la demencia o la degeneración de la enfermedad de Alzheimer se acelera.
La medida más pertinente radica en que la comida sea un elemento desde el cual se acceda a una cantidad de proteínas más considerable. En ese orden de ideas, se aconseja optar por lácteos, huevo, pescado, levadura de cerveza e inclusive suplementos proteínicos.
La nutrición en personas con Alzheimer conlleva que las comidas sean ricas en energía para que no se presenten casos de desnutrición en las personas. Si no se tienen muchas referencias respecto a los alimentos a elegir para que la dieta gire en torno a ellos, las opciones más adecuadas son papas, arroz, batata, lentejas, garbanzos y harina, entre otros.
Alimentos ricos en ácidos grasos esenciales.
Entre las sospechas nutricionales sobre el Alzheimer, hay indicios que permiten considerar que la falta de ácidos grasos es uno de los factores que desencadena su aparición o cuando menos su desarrollo.
Aunque tan sólo se trata de una sospecha el punto anterior, bien vale la pena atender a esta clase de necesidad con la inclusión de un poco más de ácidos grasos esenciales omega-3 y omega-6 en la dieta habitual, pues es posible que sean de utilidad para que la evolución de la enfermedad mejore o al menos se controle.
La vitamina C es un antioxidante muy poderoso, con una gran capacidad para contrarrestar los peligrosos efectos de los radicales libres que actúan directamente en las células del cerebro. Es debido a lo anterior que la recomendación por incrementar la ingesta de alimentos que sean ricos en vitamina C no habría que olvidarla en ningún momento.
Por supuesto que la naranja es uno de los principales exponentes, pero también se puede optar por los pimientos crudos, el perejil fresco e inclusive añadir un poco de limón al pescado o a las compotas.
Alimentos ricos en vitamina E.
Al igual que en el caso anterior, es un compuesto con propiedades antioxidantes que, de acuerdo con los estudios, es un elemento nutricional que retrasa los efectos del Alzheimer en las células cerebrales.
Las pautas alimenticias recomendadas al enfermo de Alzheimer tratan, por un lado, de evitar la desnutrición y por otro, de hacer recomendaciones de consumo de alimentos que contribuyen a ralentizar el avance del deterioro cognitivo. Siempre se recomienda que los pacientes reciban una dieta fraccionada (5-6 tomas), en pequeñas cantidades, pero con un alto contenido calórico y con un aporte suficiente de todos los nutrientes. Debiendo estar adaptada la textura a la capacidad de deglución del paciente, y hay que organinzar las comidas en un horario fijo, en un ambiente tranquilo y sin distracciones.
Los aspectos de mayor importancia para una dieta saludable son una ingesta adecuada de calorías, un consumo elevado de vitaminas antioxidantes, frutas y vegetales y bajo nivel de grasas saturadas
Para cualquier duda, consulta o si desea ampliar información puede ponerse en contacto con nuestro servicio de Neurología.
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Centro Neurológico Antonio Alayón, Santa Cruz de Tenerife.
Neurología.
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