[vc_row][vc_column][vc_column_text]Santa Cruz de Tenerife – Tenerife, 14 de marzo

La autoestima es una necesidad emocional para cualquier ser humano. Sin embargo, existe una gran diferencia entre la infancia y la etapa adulta: una persona mayor es consciente de sí misma y de su identidad, por tanto, su bienestar depende, principalmente, de sí misma y de su actitud. Sin embargo, un niño está en pleno proceso de crecimiento y de formación de su personalidad, su bienestar depende no sólo de sí mismo, sino también del entorno familiar y académico.

La base de la autoestima está en la confianza. Lo primero que tenemos que saber es que la confianza es una característica innata y universal, una fuerza interior que asiste en mayor o menor medida a todos los niños desde su nacimiento y les posibilita que puedan afrontar cualquier tipo de aprendizaje. El objetivo de los padres debe ser mantener y avivar esa confianza.

Cuando más necesitan los pequeños de padres y profesores es precisamente cuando las cosas no les salen bien, momento en el que deben afianzar su confianza. Y esto se consigue a través de la palabra, que puede constituirse en el gran instrumento de aliento y reafirmación o, utilizada torpemente, también podría representar justo lo contrario. Lo que va a determinar el éxito en la vida de estos niños es justamente la imagen que tienen de sí mismos y, para captar dicha imagen, ellos se contemplan en tres fundamentales espejos: los padres, los profesores y sus iguales.

Aquí tienes algunos consejos para atender las necesidades emocionales de un hijo que le ayudaran a fortalecer su autoestima:

  • Evitar hacer comparaciones. En toda comparación siempre hay alguien que sale perdiendo, y este tipo de mensajes son muy negativos para la autoestima del niño.
  • Las caricias positivas remiten a los gestos de afecto. Dichas caricias pueden ser físicas o emocionales. Un abrazo o un beso es una muestra de expresión corporal. Sin embargo, existen caricias verbales que llegan de una forma directa al corazón de cualquier niño en forma de bienestar emocional. La caricia más positiva es decirle: “Te quiero mucho”. El amor nunca debe darse por supuesto, por ello, conviene superar la barrera que a veces causa el pudor.
  • El juego no sólo es una forma de entretenimiento, sino también un excelente estímulo a nivel emocional para alimentar la autoestima de cualquier niño. Por ello, cualquier pequeño se alegra cuando sus padres juegan con él. Existen actividades muy placenteras que favorecen el contacto con la naturaleza o al aire libre: andar en bicicleta, realizar una excursión, salir al parque, jugar al fútbol o baloncesto…
  • Para alimentar la autoestima de un niño es positivo que tenga un contacto regular con otros miembros de la familia. Especialmente, con los abuelos. Los abuelos se han convertido en un soporte emocional firme en tiempos de crisis, ya que cuidan de los peques durante muchas horas a la semana. Sin embargo, algunos expertos aseguran que conviene poner límites a esta situación para no caer en el rol del abuelo esclavo o abuelo canguro.
  • Existen hábitos familiares que ayudan a crear un hogar gratificante: el almuerzo y la cena es un buen momento para compartir. Por ello, en caso de que por motivos de horarios sea imposible comer todos juntos entre semana, entonces, es recomendable poder hacerlo el fin de semana.
  • Conviene cambiar el modelo educativo para pasar de la crítica constante al elogio. En general, los padres riñen a sus hijos cuando no obedecen, pero en cambio, no dedican la misma atención a elogiarles cuando se comportan del modo correcto, obedecen, comen solos, recogen la mesa, limpian su habitación.
  • Existe un error muy grande en la sociedad actual: confundir el ser con el tener. A veces, se pretende cubrir con el materialismo cualquier vacío emocional que pueda tener un niño. Intenta no caer en él.
  • Si  se sospecha que el niño tiene un problema de inseguridad y de autoestima muy elevado, entonces, es posible que haya que recurrir a que haga psicoterapia. En ese caso, se debe de acudir a un psicólogo infato-juvenil.

Las principales causas de una baja autoestima en el niño son: falta de amigos, complejos físicos, familias desestructuradas, falta de integración en clase, soledad..

¿Qué puede indicarte que tu hijo tiene su autoestima dañada?

Hay ciertos indicios que pueden dar cuenta de un auto-concepto lastimado. Algunos de ellos son:

  • Con frecuencia usa frases negativas para referirse a sí mismo o a los demás.
  • Es hipersensible a la crítica y se avergüenza con facilidad.
  • Le falta confianza en su apariencia o destreza física.
  • Busca complacer a los adultos y suele depender de ellos.
  • Se pone incómodo frente a los elogios: los desestima, niega o se ruboriza con ellos.
  • Le da miedo mostrarse diferente de los demás.
  • A veces usa la ropa de manera exagerada: o se tapa de pies a cabeza o busca llamar mucho la atención con su forma de vestirse.

Para cualquier duda, consulta o si desea ampliar información puede ponerse en contacto con el servicio de Psicología del Centro Neurológico Antonio Alayón (Santa Cruz de Tenerife – Tenerife).

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Centro Neurológico Antonio Alayón, Santa Cruz de Tenerife (Tenerife).

Psicología.

Niños.

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