Logopedia: Cuando nos referimos al término “Retraso Madurativo” nos referimos a los niños/as que, en comparación con su grupo de edad, tienen dificultades o no tienen adquiridas competencias, que por su edad cronológica, deberían estar generalizadas.

Esto afecta a nivel del lenguaje, habla, motricidad fina y gruesa, socialización y, en general, todo el desarrollo cognitivo.

La intervención logopédica en estos casos

Desde el punto de vista logopédico, trataremos este retraso a nivel lingüístico y comunicativo, haciendo hincapié en el lenguaje funcional y práctico, utilizando técnicas de apoyo comunicativo, simbólicos y si fuera necesario, ayudas con sistemas alternativos de comunicación para reforzar el lenguaje expresivo y verbal.

La intervención temprana es clave para detectar las dificultades y realizar la terapia conjunta con la familia. Trataremos que sea un trabajo interdisciplinar, dependiendo las áreas que estén afectadas en el desarrollo evolutivo, incidiendo en las que más necesidades detectemos.

La evolución suele ser muy positiva y favorable, observando cambios significativos a corto/medio plazo, ya que la plasticidad neuronal de los niños/as facilita la restauración y la modificación de los desarrollos aún no generalizados.

Las dificultades suelen aparecer cuando la intervención no se inicia de manera temprana, ya que esos desfases evolutivos pueden agravarse, manteniéndose más tiempo y entorpeciendo el “normal” desarrollo del niño/a. Además, también pueden aparecer más problemas cuando ese retraso madurativo viene acompañado de otras sintomatologías genéticas u orgánicas más graves. Sin embargo deberemos de hacer un análisis de necesidades exhaustivo con los demás profesionales, para llegar a conclusiones claras y a una intervención de calidad.

Es muy importante la pronta intervención y rehabilitación en los retrasos madurativos

Los síntomas más comunes del retraso madurativo son: gateo y/o marcha tardíos; pocos balbuceos en los primeros meses de vida; a los doce meses, no expresar ninguna palabra con claridad; no reacciona ante algunos estímulos visuales o auditivos, como llamarle por su nombre; no muestra interés en el juego simbólico y constructivo; dificultad en la imitación de praxias, movimientos etc; desinterés por interactuar con sus iguales, etc.

Algunas de las razones o causas de este retraso madurativo pueden ser: prematuridad; poca estimulación desde su nacimiento por parte de la familia y entorno; estilos educativos no adecuados y hábitos inapropiados; algunos casos no presentan causas definidas y conocidas. Incidimos en la pronta y temprana rehabilitación e intervención en los retrasos madurativos, para paliar posibles dificultades que puedan agudizarse en el tiempo, ya que el pronóstico general de estos niños/as es muy favorable.

El diagnóstico siempre será provisional, ya que se espera que, con la intervención en un corto/ medio plazo (según las necesidades específicas de cada niño/a), se observen mejorías evidentes. Sin embargo, el niño/a permanecerá bajo revisión constante para contemplar la evolución del pequeño/a.

Desde nuestro Centro Neurológico realizamos un diagnóstico interdisciplinar a nivel neurológico, neuropsicológico, logopédico y fisioterapéutico para abarcar todas las posibles áreas que el niño/a pueda tener afectadas.

Para cualquier duda, consulta o si desea ampliar información sobre el diagnóstico o tratamiento del retraso madurativo , puede ponerse en contacto con el servicio de Logopedia o Neuropsicología de nuestro Centro. ubicado en la Rambla de Santa Cruz, número 133 en Santa Cruz de Tenerife (disponemos de parking gratuito).

Retraso madurativo.

Logopedia.

 

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