El día 12 de septiembre de 2022, la “Asociación Española de Migraña y Cefalea” (AEMCE), conmemoró el Día Internacional de acción contra la migraña, con la finalidad de sensibilizar a la población general del dolor que sufren los pacientes que la padecen y mejorar su calidad de vida, poniendo este año en marcha la campaña denominada “Ponte en mi cabeza”, animándonos a que todos nos pongamos en la cabeza del que sufre este tipo de dolor de cabeza, y empatizar con ella.
La migraña es la tercera enfermedad más común a nivel mundial, afectando a una persona de cada siete. Según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), en España, de un 12 a un 13% de la población la padece, lo cual supone, en números absolutos, unos 5 millones de españoles, de los cuales, aproximadamente 1 millón la padece de forma crónica.
MIGRAÑA en la INFANCIA y ADOLESCENCIA: Educación para padres y pacientes
La cefalea es un síntoma frecuente en la edad pediátrica, habitualmente no relacionado con procesos graves, pero que generan ansiedad entre los familiares, así como entre los profesionales no habituados a su manejo.
Creemos importante señalar que la migraña en la infancia y adolescencia, se acompañan con gran frecuencia de otras enfermedades que denominamos “comórbidas”, es decir, estrechamente relacionadas, y que deben de ser tenidas en cuenta, tales como ansiedad, depresión, dolor crónico y epilepsia.
Es por ello, que hemos decidido, difundir los conceptos más básicos sobre la migraña en la infancia y la adolescencia, con el fin de llevar a cabo una Educación para la Salud en pacientes y sus familiares.
¿Qué es una migraña?
La migraña es un tipo de cefalea (dolor de cabeza) que denominamos “primaria”, lo cual significa que es una enfermedad en sí misma, no “secundaria” a otros procesos neurológicos, con unos criterios clínicos bien definidos para su diagnóstico.
¿Cuáles son los síntomas de la migraña en la infancia?
Los síntomas que puede presentar la migraña durante la infancia, varían según la edad de las niñas o los niños.
Generalmente, las niñas y niños entre los 24 y los 36 meses de edad, suelen presentar: palidez repentina, disminución drástica de su actividad física respecto a la que muestran habitualmente, así como vómitos.
En torno a los 6 años, los síntomas más frecuentes son náuseas, vómitos, dolor abdominal, son más sensibles a la luz y al ruido mientras persisten estos síntomas, y generalmente se acompañan de dolor de cabeza que refiere como “palpitante”, y que puede afectar a toda la cabeza o localizarse en partes de ella.
Ya en adolescentes, la manifestación clínica de la migraña suele ser parecida a los adultos, presentando dolor de cabeza en un lado del cráneo, de cualidad pulsátil, de intensidad moderada a severa, y que se acompaña de al menos uno de los siguientes síntomas: molestia a la luz o a los ruidos, náuseas, y/o vómitos.
A cualquier edad, la mayoría de los niños y adolescentes se sienten mejor recostándose en una habitación tranquila, sin ruidos y a oscuras, mientras dura el acceso de migraña.
Algunas niñas y niños, presentan síntomas acompañantes que denominamos “aura”, y que le suceden antes o durante el dolor de cabeza, y que suelen afectar a la vista, siendo los más comunes: el ver luces centelleantes, puntos brillantes, líneas en “zig-zag”, o pérdida de una parte del campo visual.
Otros síntomas no visuales que suelen constituir “aura de la migraña” suelen ser sensación de acorchamiento al tacto y hormigueo a nivel de labios, región inferior de la cara y dedos de una mano.
El “aura” generalmente dura de unos minutos hasta una hora, y luego desaparece espontáneamente.
Hoy sabemos que muchos pacientes pediátricos, presentan síntomas que denominamos “premonitorios” o “prodrómicos”, y que suelen aparecer desde varias horas hasta un día antes de presentar el dolor de cabeza de tipo migrañoso, y que incluyen: fatigabilidad y cansancio, irritabilidad, palidez cutánea y ojeras.
Muchas adolescentes suelen presentar el acceso de migraña previo, coincidente o en los últimos días de la menstruación, denominándose “migraña catamenial”.
¿Cuándo deberían los padres consultar con un médico de forma inmediata?
Las recomendaciones para visitar a un médico de forma inmediata, suelen ser las siguientes:
- Si la aparición del dolor de cabeza coincide con traumatismo craneal, las niñas y niños de corta edad (generalmente menores de 6 años)
- Cuando existen síntomas de enfermedad general (presencia de fiebre, confusión o alteración de la conciencia)
- Si recibe algún tratamiento que pueda alterar la coagulación de la sangre
- Si la exploración neurológica tiene hallazgos anormales (rigidez en el cuello, visión doble o pérdida de visión, pérdida de equilibrio, etc.)
- Si el inicio del dolor de cabeza fue brusco e intenso, si tiene algún factor que desencadene o empeore la cefalea (tales como: que se precipite con lo que llamamos la maniobra de Valsalva)
- Aumento de la presión abdominal (generalmente al toser, estornudar, defecar, levantar un peso, etc.)
- Si aparece o empeora con los cambios de posición del cuerpo
- Si es progresivo, si le despierta del descanso nocturno
- Si existen crisis epilépticas comórbidas
- Si hay cambios de las características del dolor respecto a como fue inicialmente
- Y por último, si no hay antecedentes familiares de migraña.
¿Cómo podrían ayudar los padres si sus hijos padecen migraña?
Durante el acceso de dolor de cabeza, dejarles descansar en una habitación tranquila, sin ruidos y a oscuras, animándoles a que se duerma un rato.
Darle solo la medicación analgésica prescrita por el médico. En muchos países existen analgésicos que no requieren prescripción médica, y al usarlo en exceso, producen un efecto contrario, llegando a desencadenar una migraña por abuso de los mismos.
Procurar que tengan un hábito adecuado de sueño, comidas con horario regular y actividad física diaria.
En algunos casos, la migraña puede ser desencadena por algunos alimentos, siendo conveniente detectarlos y evitarlos. Entre los más comunes que habría que vigilar, y solo en los casos que desencadenen dolor de cabeza de tipo migrañoso, estarían: los quesos curados, chocolate, cítricos, aspartamo y edulcorantes, levadura (habitualmente presente en el pan de masa agria y los donuts), glutamato monosódico (que realza el sabor de algunos tentempiés), carnes procesadas como embutidos, salchichas, bacon, jamón, etc., así como almendras, manises o nueces.
Por último, los padres de niños pequeños, o los adolescentes por sí mismos, podrían llevar un “diario de migraña”, en el que se debe anotar el número de dolores de cabeza mensuales, conjuntamente con otras características, como: tiempo de duración del dolor, localización del mismo (lado derecho, lado izquierdo, ambos lados, detrás de los ojos, etc.),cualidad del dolor: opresivo, pulsátil, agudo, etc.,que se comió o que hizo antes del acceso de migraña, que le alivió el dolor, y síntomas acompañantes.
En la actualidad, muchos aspectos de este tipo de cefalea quedan por explicar y detallar, siendo lo que hemos mencionado, los conceptos más básicos que pueden ayudar a los padres, a los niños y adolescentes que la padecen, así como al médico que los atiende.
Autor: Dr. Antonio Alayón – Neurólogo y Director Médico de Centro Neurológico Antonio Alayón
Especialista en Neurología
Fellowship Neurosonología y Enfermedades cerebrovasculares
(Wake Forest University. NC. )USA
Para cualquier duda o consulta o si deseas ampliar información sobre la migraña en la infancia o adolescencia, puedes ponerte en contacto con el servicio de Neurologia del Centro Neurológico Antonio Alayón (Santa Cruz de Tenerife).
Centro Neurológico Antonio Alayón, Santa Cruz de Tenerife.
Neurología.
Migraña en la infancia y adolescencia.