[vc_row][vc_column][vc_column_text]Neurología – Autor: Antonio Alayón Fumero – Neurólogo
Santa Cruz de Tenerife, 12 de junio de 2018
Uno de los principales problemas asistenciales a los que nos enfrentamos los profesionales de la salud es la “adherencia al tratamiento”. Esto quiere decir, en general, que un factor clave en la recuperación, cura o mejora del paciente, sea cual sea su enfermedad, es el seguimiento del consejo médico, no sólo seguir los consejos y en tratamiento prescrito, sino la necesidad de realizar un seguimiento frecuente del paciente a lo largo del tiempo.
Existen distintos escenarios donde la falta de seguimiento por parte de su médico pueden poner en peligro la salud del paciente. Como hemos dicho anteriormente, puede ocurrir que el paciente no tome el tratamiento prescrito de forma correcta, o abuse de él, con el riesgo de efectos secundarios que esto puede conllevar.
También puede ocurrir que el paciente, al encontrarse mejor con el tratamiento pautado, deje de acudir a sus revisiones, prolongando el tratamiento farmacológico más tiempo del inicialmente necesario y sin seguimiento médico alguno, el cual debe decidir la pertinencia de la supresión o mantenimiento de las medicinas. Otro riesgo destacable en el día a día del paciente no adecuadamente seguido por su especialista médico, es la automedicación, situación en la que el paciente considera que si un fármaco le le fue bien una vez, lo volverá hacer en el momento actual. También puede ocurrir que cuando un fármaco ha ido bien a un amigo o vecino, este se lo proporciona, sin consejo médico.
Esto, en muchos casos, puede desencadenar problemas de salud graves, tanto por negligencia del paciente, como por la mala o insuficiente información dada por el profesional de la salud.
En el caso de las enfermedades neurodegenerativas, como su propio nombre indica, su condición de degenerativas (Enfermedad de Párkinson, Demencia – tipo Alzheimer por ejemplo-, Esclerosis Múltiple, etc.) hace que estas enfermedades varíen con el tiempo, empeoren, recaigan, o hayan variaciones en la sintomatología que requieran un reajuste en el tratamiento farmacológico y no farmacológico. Por este motivo, el seguimiento y revisiones por parte del especialista debe ser periódico, con el fin de ajustar el abordaje terapéutico preciso para la fase exacta en la que se encuentra el paciente.
Que un paciente con una enfermedad neurodegenerativa “esté estable” a simple vista, no significa que esté estabilizado. Existen muchos factores que deben ser estudiados por el especialista en Neurología, con el fin de realizar variaciones farmacológicas o la búsqueda de nuevos síntomas que tal vez hayan pasado desapercibidos. Por este motivo, se recomienda a todo enfermo crónico o en un proceso degenerativo, respetar la pauta y citas de revisión que su médico especialista le haya aconsejado.
Para cualquier duda o consulta o si deseas ampliar información, puedes ponerte en contacto con el servicio de Neurología de Centro Neurológico Antonio Alayón (Santa Cruz de Tenerife – Tenerife).
Centro Neurológico Antonio Alayón, Santa Cruz de Tenerife (Tenerife).
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